lunes, 30 de noviembre de 2015

Canción a los tres dedos


Soy de necesidad ambigua
porque la noche me esconde en sus estrellas
pero las estrellas son mis enemigas
porque brillan en mis ojos y yo solo quiero dormir

inseparables de las olas del mar
y de cada palpitar de un corazón amargo
lleno de pasados y predicciones
sin pitonisa y sin bola de cristal

perdido dentro de ramas largas y angostas
pinchudas y llenas de hojas
vacío por donde la semilla creció
pensando que el dolor es solo crecer

como donde la flor toma el agua
mi pena el mar de ojos
y pétalos llenos de veneno
y seco el desierto de mis lagrimas

ardiente la piel escamosa
de dedos de guitarra

tocando la lira
de los muertos sin sonrisas

encadenado mi pensamiento tenaz
de la gloria y la duda
donde mil palomas son presas
y un león libre de pecados

se siente como mi cuello aprieta
las grietas de un cabello y un beso
y como las manos se rompen
cuando explota la deshonra

me encuentro a cinco minutos de la emoción
donde la copia del espejo se revelo
donde mi corazón latió fuerte
y solo fue una copia del engaño, del dolor.

así que embriaguémonos con la esperanza
liberando los lazos de las fotos
y pensando que la línea telefónica te marca

cuando tus latidos llaman a mi puerta.

domingo, 1 de noviembre de 2015

Desesperanza

He dormido varias noches diciendo que todo mejorara cuando despierte y el sol este allí, pero siempre despierto cerca de las cuatro de la mañana deseando que las estrellas sean un dialogo de tus besos que ya as olvidado, no intento aun mantenerme firme ante las yemas de mis dedos ante tu alcoba, pero tampoco digo que la cuerda de mi cuello y tu corazón sean fáciles de cortar.

Intento despertar y no dormir en la oscuridad de nuevo, porque mil sombras se me aparecen entre pestaña y pestaña, las gotas de unos ojos vacíos y secos se derraman tras el roció de las hojas y siendo yo una hoja dentro de la helada se me secan los verdes y se rompen mis crecidas.

Ahora dentro del día se encierra mi lengua en tres paredes cortantes, de puntas brillantes y un sol dibujado con tres colores cálidos, se me pintan las paredes de negro y de blanco mis palabras, la puerta ante mis sueños se mantienen cerradas pero con miedo me abro al mundo de día, cinco cartas salen al exterior y solo cuatro vuelve, se me perdió una, justo la que llevaba lo que decían de ti, lo que decían mis emociones y mi latidos, pero que mas da, quizás cerrarla sea una nueva oportunidad.
Pero tocas, llamas, clamas, y sin quererlo pierdo la llave, te la quedas y me cierras, me abres y me descubres, creo que perdí el control de mis palabras y el miedo y el amor se adueñan de mis colores y mis letras, no controlo ya nada mas, y las estrellas están a punto de llegar.

Pasan las horas y sin darme cuenta la noche llega, pero ya no esta oscura, no esta llena de estrellas ni tampoco de la luna que tanto se ha llevado mis penas por cada noche y cada mañana al ocultarse, no lo entiendo, pero mira a mi suelo viendo las estrellas saliendo de mi,  yo soy la noche dentro del día y tu fuiste una día tan poderoso y un sol tan brillante, pero mi propia noche se expande cada vez que me dejas salir.

Se me han perdido los pies las manos y los ojos, se que estas aquí pero no te veo, te escucho y te hablo, ya no es mi interior la noche,  ahora lo soy yo, y tu tan día, tu tan sol, yo tan luna, lleno de estrellas y tu de nubes, me pintas mi corazón de día y yo al tuyo de noches, se me corta la respiración cuando te encuentro y todo se convierte en rojo.

Son las 4 de la mañana y vuelvo a despertar.

"Un ángel que brilla. aun con alas negras"